La importancia del uso responsable de los antimicrobianos
Especialistas señalan la necesidad urgente de hacer un uso responsable de los antimicrobianos como forma de combatir la multirresitencia presente en bacterias causantes de neumonía, meningitis e infecciones en la sangre, entre otras patologías para las cuales muchas veces ya no existen fármacos eficaces
La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos que cambian con el tiempo y no responden a los medicamentos, lo que hace que las infecciones comunes sean más difíciles de tratar y aumenta así el riesgo de propagación y padecimiento de enfermedades y de muerte.
Muchos factores han acelerado la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo, entre ellos el uso excesivo e indebido de medicamentos en los seres humanos y en la ganadería y la agricultura, así como el acceso deficiente al agua potable, el saneamiento y la higiene.
Los máximos responsables de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaron el nuevo Grupo "Una Salud" de Dirigentes Mundiales sobre la Resistencia a los Antimicrobianos.
El grupo aprovechará la capacidad de liderazgo y la influencia de todas estas figuras de renombre mundial para llamar la atención del mundo y promover las medidas necesarias para preservar los medicamentos antimicrobianos y evitar las desastrosas consecuencias de su resistencia.
En consonancia, el diputado Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados, se expresó en su cuenta de Twitter: "La resistencia antimicrobiana (RAM) es unos de los problemas de salud más graves que los sistemas de salud deben enfrentar. Es una necesidad urgente, ni la pandemia puede demorarnos".
En Buenos Aires, la tasa de infecciones por bacterias multirresistentes cada 10 mil egresos hospitalarios en la Ciudad de Buenos Aires pasó de un 3,6% en 2010 a un 39,1% en 2014.
Los directores generales describieron el rápido aumento de la resistencia a los antimicrobianos como una de las amenazas más urgentes para la salud humana, animal, vegetal y ambiental que hay en el mundo, ya que pone en peligro la seguridad alimentaria, el comercio internacional y el desarrollo económico y además obstaculiza el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La resistencia a los antimicrobianos también provoca un aumento de los costos de la atención de salud, y de los ingresos hospitalarios, los fracasos terapéuticos, las enfermedades graves y de la mortalidad.
La resistencia a los antimicrobianos está haciendo que muchas infecciones sean más difíciles de tratar en todo el mundo. Los últimos informes de la OMS muestran que el mundo se está quedando sin tratamientos eficaces para varias infecciones comunes.
"La resistencia a los antimicrobianos es uno de los mayores desafíos para la salud de nuestro tiempo y no podemos ignorarlo y dejar que sean nuestros hijos quienes lo resuelvan", dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. "Ahora es el momento de forjar nuevas alianzas intersectoriales que protejan los medicamentos que tenemos y reactiven la producción de otros nuevos", concluyó.
"A nivel mundial, durante la pandemia de coronavirus se vio que, aunque estemos ante la presencia de una enfermedad viral, hubo un aumento del consumo de antibióticos por dos factores. El primero, asociado a la indicación de antibióticos habitual frente a la neumonía de la comunidad, cuando en realidad la coinfección ‘bacterias-virus' en pandemia es menor al 6% de los casos, entonces allí hay una sobreprescripción de antibióticos. El segundo factor es que los pacientes que se internan y que están gravemente enfermos por Covid- 19, sufren infecciones asociadas al cuidado de la salud al estar ventilados, con catéteres o sonda vesical, y estas infecciones son las que se relacionan mayoritariamente con gérmenes multirresistentes; son las infecciones intrahospitalarias que requieren un alto consumo de antibióticos de amplio espectro", sostuvo la Dra. Wanda Cornistein, infectóloga, coordinadora del Programa de Resistencia Antimicrobiana de la SADI y Jefa de Control de Infecciones del Hospital Universitario Austral.
Para el Dr. Lautaro De Vedia, infectólogo, ex presidente de la SADI y jefe de la División Asistencia Especial del Hospital Muñiz de Buenos Aires, con la pandemia de Covid-19 la situación de la resistencia antimicrobiana tendió a empeorar, debido a la administración innecesaria de antibióticos por parte del equipo médico.
"En un principio cuando uno recibía a un paciente no sabía si tenía coronavirus o una neumonía bacteriana, entonces ante la duda, particularmente en los pacientes graves, se le daba antibióticos hasta tener los resultados. Ahora tenemos recomendaciones desde la SADI que nos indican ser cautos, recordando la poco frecuente de la convivencia de bacterias y virus, y que si hay que hacer un tratamiento antibiótico debe ser por períodos más breves, y en los pacientes no tan graves tal vez abstenerse de suministrarlos cuando se sospecha de Covid a la luz de la radiografía o datos de laboratorio. Hay que dejar el antibiótico solo para los casos de sospecha de coexistencia del virus SAAR-CoV-2, con una infección bacteriana", detalló el Dr. De Vedia.
"El mal uso de antimicrobianos va incluso más allá de la situación puntual de la pandemia y representa una problemática con múltiples responsabilidades. Este tema nos incumbe a todos, los médicos tenemos mucha responsabilidad, hoy se sabe que los tratamientos aun siendo más breves son igual de efectivos que los que hacíamos antes, que eran prolongados; hay que prescribir antibióticos sólo cuando es estrictamente necesario. Por su parte, la población tiene que saber que el antibiótico sólo tiene que ser prescripto por el médico o el odontólogo y que los farmacéuticos también juegan un rol importante, no deben vender los antibióticos sin receta, a su vez las autoridades y gobiernos también deben controlar", insistió el Dr. De Vedia.